LA SANADORA CEREMONIA DEL INIPI O TEMAZCAL

EL INIPI O TEMAZCAL

El Inipi o Temazcal es una de las ceremonias más antiguas que existen, es la ceremonia del origen. En el mundo chamánico, el Temazcal, no es otra cosa que un intenso viaje al interior de nuestro subconsciente. Una ceremonia que representa un viaje de ida hacia nuestras verdades más profundas y dolorosas, donde enfrentamos aspectos de nosotros mismos que han estado ocultos o negados, buscando comprensión y sanación en la confrontación directa con nuestra realidad interna.

Sincronismo Universal

Cuando te alineas en armonía con el universo, las casualidades dejan de ser simples coincidencias y se transforman en sincronicidades significativas, revelando un orden más profundo y misterioso que conecta todos los aspectos de la vida.

La ceremonia, se lleva a cabo en una cabaña especialmente diseñada, dirigida por un chamán y asistido por un “hombre de fuego” -el encargado de encenderlo, sostenerlo y del manejo de las piedras incandescentes (las Abuelas) durante la misma ceremonia-.  Una ceremonia sagrada donde se llega a tocar, a través del calor, la oscuridad y los cánticos sagrados, el misterio de cómo se crea la vida constantemente; se exploran los límites de nuestro interior y donde podemos llegar a nuestros dolores más antiguos y profundos. Nuestras vivencias más guardadas, más tapadas de nuestra memoria y de esa manera poder renacer en una nueva vida, purificarnos, traer nuevamente a nuestra alma los fragmentos de ella que hemos ido dejando en cada uno de los hechos de tristeza y dolor que nos ha tocado vivir; para así unirnos con la armonía del universo.

La ceremonia del Inipi llega a quien lo necesita solamente en un momento muy especial de la vida; como todas las cosas, que llegan en ese tiempo en que las necesitamos y como producto de una cadena de sucesos que vamos provocando de manera consciente o inconsciente, por eso es un momento soberbiamente bello y poderoso en nuestra vida, una oportunidad para reconciliarnos con nosotros mismos, con todas nuestras relaciones, con el universo, con la salud, la fuerza, con nuestro camino espiritual, detenernos y encontrarnos... Morir y volver a nacer; renacer cargado de energía vital para así continuar nuestro camino sobre esta Madre Tierra, de una manera diferente.

En el Inipi la cabaña es de forma redonda, construida con 16 ramas verticales, preferentemente de sauce, que se atan formando dos cruces de cuatro direcciones iguales, representando los 16 piyanes sagrados de la tradición mapuche o araucana. Las cuatro filas de ramas que envuelven la cabaña simbolizan a los cuatro mundos, el mineral, el vegetal, el animal y el humano; a su vez el mundo físico, mental, espiritual y sagrado.

Sobre el entrelazado de ramas, se coloca una varilla que cumple una función especial, es la que entrelaza en el techo con las 16 ramas verticales, formando una estrella de ocho puntas representando a los planetas y al universo. Así el Inipi representa a toda la creación y al vientre sagrado de nuestra Madre Tierra. La estructura de ramas ya construida se cubre con mantas o pieles lonas u hojas.

En el piso, justo en el centro se realiza un agujero, un pozo que representa el ombligo de la Madre Tierra, en el cual se depositan las piedras porosas, generalmente volcánicas calentadas al rojo vivo -Las Abuelas- sobre las cuales el chamán vierte agua sola o con infusiones de hierbas medicinales, produciendo abundante vapor y provocando la sudoración, teniendo por objetivo limpiar el cuerpo y el alma de los asistentes.

Un Inipi o Temazcal es una ceremonia cargada de simbolismos y sentimientos sumamente intensos; a través de la tierra, el calor, el vapor, la oscuridad y el poder purificador del fuego se lleva a cabo el milagro del renacer del alma. Representamos el útero materno cálido y húmedo; también el Universo, con el Sol en el centro simbolizado en el fuego.

Sólo el chamán sabe cuánto dura la ceremonia, allí dentro el tiempo es distinto. Tampoco ninguna ceremonia es igual a otra, como tampoco lo son sus asistentes o sus necesidades de sanación. Nunca se sabe lo que va a durar cada puerta, las oraciones o conjuros que deberá echar a volar; como tampoco los sahumos o las hierbas medicinales que el grupo que busca el renacimiento necesitará, cada ceremonia es distinta y cada participante pasa por una experiencia personal diferente durante cada ceremonia.

En la verdadera ceremonia todos los participantes colaboran en la construcción de la cabaña del sudor ya sea en el armado, recogiendo leña, asistiendo en la parte previa, trayendo el agua; mágicamente cada uno sabe cómo si lo supiese de siempre en qué manera debe o puede colaborar, participar.

EL INIPI O TEMAZCAL

Un Espacio Sagrado

La cabaña del Inipi es un espacio sagrado construido con propósitos ceremoniales y el propósito principal de la cabaña es crear un entorno cerrado donde se lleva a cabo la ceremonia de purificación.

Está rodeada de cuatro círculos.

El primero simboliza la primera fase de la creación, representa los espíritus del mundo superior. Es un círculo sin fin.

El segundo círculo simboliza a los guardianes asociados del lugar, los piyanes benévolos convocados, los espíritus del mundo superior y evoca la segunda fase de la creación.

La tercera fase de la creación es representada por el tercer círculo y es donde se conjuran los piyanes convocados.

Finalmente, el último círculo recuerda la cuarta fase de la creación y el nacimiento de los espíritus inferiores, los piyanes malévolos a desterrar.

Para el Gran Espíritu el tiempo carece de final, simplemente se desplaza en un círculo. Nacemos, vivimos y volvemos a nuestra posición original.

Para la construcción del Inipi o Temazcal, cada paso se hace con una oración especial, dejando una ofrenda de tabaco, marcando el circulo donde se va a construir el Inipi, para levantar los materiales que se van a utilizar, de alguna manera pidiendo la ayuda y la presencia de los ancestros y guardianes de esta sagrada ceremonia.

La cabaña lleva dos puertas, una para su ingreso mirando al oeste simbolizando la muerte y otra al este simbolizando el nacimiento.

La entrada y la salida a la cabaña, oscura, húmeda y cálida, se hace agachado, prácticamente en cuatro patas, recordándonos nuestra pequeñez humana frente al Universo. Evocando nuestra matriz. La propia ceremonia en sí, es una experiencia ritual profunda que implica preparación física, mental y espiritual. Siempre se recomienda ayunar y limpiarse físicamente antes de ingresar al temazcal.

El Inipi tiene la virtud que, a diferencia de muchas terapias actuales, no hay espacio para la interpretación; es tan fuerte la vivencia, la experiencia que se “vive”, se “siente” que ni siquiera necesita el proceso de la posterior interpretación, lo "QUE ES"

El Inipi, constituye un camino de ida hacia nuestras verdades más profundas. Es una manera incomparable de ver las cosas, de dejar emanar del inconsciente todas las verdades, limpiar los dolores, las angustias. Nos desnuda y nos muestra tal cual somos, sin consentimientos y sin excusas. Adentro, en la ceremonia sólo esta cada uno con sus miedos, sus angustias y sus dolores más profundos.

 

Caminando las horas previas

Para adelantar una imagen de una ceremonia, el horario de llegada al punto de reunión puede ser a las 09:30 y la hora propiamente de ingreso a la cabaña pasadas las 19:30 para un mes de otoño o de primavera. En las horas previas hay diálogos, puestas en común, numerosas meditaciones, charlas, cantos, que son los albores del temazcal. Sonidos de tambores, trutrucas, instrumentos de viento van preparando el interior de cada uno de nosotros; sahumos, perfumes, maracas, canciones también acuden a preparar el interior de cada uno en las horas previas y la manera de entrar profundamente en nuestro propio ser y de empezar a transitar el sendero hacia el Inipi o Temazcal.

Varias horas antes todos los participantes se preparan para ingresar a la cabaña, caso contrario, no sería posible la resistencia física que la ceremonia espera de cada uno. Se ingresa en un estado de reverencia y respeto.

Ningún detalle queda librado al azar. La manera en que se prepara el fuego, el cual servirá para calentar las piedras que serán utilizadas posteriormente, tiene un significado particular. El fuego simboliza el sol que es el centro energético más poderoso que existe y tanto la leña como las piedras están ordenadas de manera circular ya que todo cumple un ciclo, como la noche y el día, el sol y la luna. “El Hombre de Fuego”, quien es el encargado de encender el fuego sagrado, coloca cuatro troncos de Este a Oeste, que representan el plano físico y sobre ellos cuatro troncos de Norte a Sur que representan el plano espiritual, luego coloca las piedras llamadas “abuelitas” - rocas volcánicas o en su ausencia, de río son las utilizadas-

El Hombre de Fuego inicia la ceremonia ritual para la preparación de la llama purificadora y las piedras ardientes que entrarán en la cabaña, piedras que representan la memoria del planeta, la sabiduría de todos los ancestros y del Universo.

El fuego, a través de la vista y de nuestra intención, tiene el poder de limpiar y sanar nuestro inconsciente. Las piedras así calentadas hasta el rojo vivo por el fuego, liberan la memoria ancestral de la Tierra y junto con el agua y el aire lleno de vapor de agua, limpian nuestros cuerpos etérico, mental y emocional de todas las energías erróneas del pasado.

 

Sobre el Inipi o Temazcal

El Inipi está orientado de acuerdo con los cuatro puntos cardinales, que son considerados poderes alados de la Tierra. Cada dirección tiene un significado específico y representa diferentes aspectos del ciclo de la vida y la naturaleza.

La entrada al Inipi o Temazcal,  se orienta hacia el Oeste, que simboliza la muerte simbólica y el proceso de dejar ir. Entrar por la puerta o la entrada hacia el Oeste representa el abandono de las cargas emocionales, las preocupaciones y los apegos que nos impiden crecer espiritualmente.

La puerta del Inipi que se abre hacia el Este para la salida; está completamente cerrada al comienzo y representa el renacimiento y el comienzo de un nuevo ciclo. Al salir por esa puerta al final de la ceremonia, se experimenta un renacimiento espiritual, una renovación interna y un sentido de esperanza y optimismo hacia el futuro.

Simbolismo de Muerte y Renacimiento

La orientación del Inipi hacia el Oeste y el Este refleja el proceso de transformación personal y espiritual que tiene lugar durante la ceremonia. Se ingresa al Inipi dejando atrás viejas formas de ser y pensamientos que ya no sirven, experimentando así una muerte simbólica. Dentro del temazcal, la intensidad del calor y el vapor crea un ambiente propicio para la purificación física y espiritual. A veces es tan insoportable, que una persona no preparada o que no está su espíritu vibración necesaria, se ve obligada a desistir y regresar por la misma puerta  por donde ingresó (Oeste).

Al salir del Inipi por la puerta orientada hacia el Este, se emerge renovados y revitalizados, listos para abrazar un nuevo comienzo en nuestras vidas. Este proceso de muerte y renacimiento es fundamental en la sanación de heridas profundas del alma; el ciclo continuo de crecimiento y transformación en el viaje humano.

Las mujeres entran antes que los hombres, ambos son “limpiados” uno por uno con humo de salvia, antes de entrar al temazcal, posteriormente, toman un puñado de tabaco, aguaribay y salvia, lo ofrecen a los cuatro puntos cardinales, donde también se encuentran los cuatro elementos y los cuatro piyanes guardianes, para depositarla finalmente en el fuego sagrado donde se calentaron las “abuelitas”.

Cada persona en la puerta de la cabaña pide permiso para entrar, mencionando todas sus relaciones afectivas y personales, ya que la persona entra con todo lo que la relaciona dentro y fuera del Inipi.

 

El momento más profundo

INIPI O TEMAZCAL

Cuando ya ingresaron todos los participantes, se da comienzo a la ceremonia de purificación, dando la bienvenida a la primera piedra calentada al rojo vivo, saludándola respetuosamente, pidiendo al fuego que limpie y sane cuerpo y alma. El chamán esparce sobre ella plantas sagradas, entonces entra el agua, se saluda a la piedra nuevamente, se cierra la puerta y comienzan los canticos a la vida, a la fuerza creadora, a la Madre Tierra, al corazón de los elementos y a nuestro propio espíritu.

Son cuatro las puertas o sesiones que se realizan en el Inipi y representan los ciclos de la tierra o las estaciones. En cada puerta se encuentra un animal de poder.

Cada cual resiste el tiempo que puede, siendo muy importante el número de "puertas” que se resiste. Con cada puerta, ingresa otra piedra ardiente para intensificar más el calor.

Siempre antes de ingresar una nueva piedra o sea una nueva puerta, se da la opción de retirarse a los que así lo desean, pero siempre los que desistiesen saldrán por el Oeste, la misma puerta por la que ingresaron.

Cada puerta es más difícil de pasar y resistir por el calor ambiental y por el que se mueve en nuestro interior. Cada vez que se pasa a otra sesión más, a otra puerta, se experimenta la satisfacción de haber conquistado una superación personal.

Cada ciclo limpia diferentes traumas acumulados en nuestro subconsciente.

Con cada piedra que ingresa, se invoca una dirección; la primera al Oeste, el lugar del misterio, la muerte y el lugar donde se oculta el sol, donde el guerrero espiritual aprende a caminar sin miedo reconociendo el lado oscuro de nuestro interior.

En la segunda puerta al Norte, donde reconocemos la inteligencia, la fuerza y la sabiduría que nos sostienen en la vida.

En la tercera al Este, donde recibimos la fuerza del nacimiento del espíritu, la fuerza de la vida naciente en nuestro corazón.

En la cuarta al Sur, el lugar de la auto comprensión y la compasión.

En la ceremonia del Inipi o Temazcal nos enfrentamos a nosotros mismos, a nuestros miedos y dolores más profundos y superando cada una de sus etapas vamos viendo y aprendiendo a soltar y a romper nuestras propias barreras.

Siempre en cada uno de los participantes está presente el temor, el miedo a no poder superar la siguiente puerta; el aire se enrarece, el calor se vuelve agobiante, el humo casi insoportable y la oscuridad parece por momentos eterna… Todo, no es otra cosa que la resistencia de la mente, es el miedo a no poder respirar dentro de la cabaña. Por eso en el Inipi todos estamos obligados a respirar de forma correcta, ya que de otro modo es imposible continuar. Por eso el chamán va orientando nuestra conciencia para de manera natural ir adaptando el ritmo y la forma de la respiración. Él va marcando el ritmo y la manera de aspirar y exhalar en cada uno de las puertas, de los momentos y según transcurra la ceremonia, la respiración tenderá a ser más pausada, consciente y profunda.

  INIPI O TEMAZCAL  

Los rezos y las plegarias personales.

INIPI O TEMAZCAL

Rezos, oraciones de agradecimiento, plegarias por la salud propia y de seres queridos… El agua toca las piedras y el ambiente se convierte en una nube de vapor en medio de una oscuridad absoluta, casi insoportable; el sudor y con él la liberación de toxinas tanto físicas como mentales y espirituales.

Durante la ceremonia, todos tienen la oportunidad de realizar plegarias por su propia salud y bienestar, así como por la salud y el bienestar de sus seres queridos. Estas plegarias son expresiones sinceras de deseos de sanación y armonía en todos los niveles: físico, emocional y espiritual. La energía enfocada de estas plegarias se integra en el proceso de purificación y fortalecimiento interior.

La práctica de la gratitud es fundamental para establecer una conexión profunda con lo divino y crear un ambiente sagrado dentro del temazcal.

Cada vez que el chamán va abriendo el espacio para los pedidos personales, deseos de sanación durante cada una de las puertas, las va acompañando con sus plegarias al mismo tiempo que vierte agua sobre las piedras calientes, generando vapor, elevando la temperatura y sintiendo la fuerza penetrante del vapor al tocar la piel del rostro. Este acto es más que simplemente un ritual físico; representa la activación de las fuerzas espirituales y la transformación que se busca alcanzar. El vapor generado simboliza la purificación y la elevación espiritual.

 

Renacimiento y Renovación

La combinación de rezos, plegarias, vapor y sudoración durante la ceremonia del Inipi crea un espacio propicio para el renacimiento y la renovación espiritual. Los participantes emergen de la cabaña con una sensación de ligereza, claridad y conexión con lo divino, listos para enfrentar la vida con renovada energía y propósito.

Para la persona que participa de una ceremonia del Inipi o Temazcal, nunca su vida volverá a ser la misma; es tan fuerte y singular la experiencia que le será inviable pasar por alto el hecho de haberse visto cara a cara con sus errores pasados, sus angustias, sus tristezas y dolores más profundos, más celosamente guardados y ocultados por su mente. Podrá no asumir, enfrentar o enmendar sus vivencias, sus memorias del alma; pero desconocerlas en lo sucesivo no podrá.

Entonces en el temazcal se reunieron los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, siendo el hombre el quinto elemento, dando lugar a una ceremonia de una emoción imposible de narrar; tanto por su simpleza, las tremendas energías que mueve e involucra, como lo primitivo y benevolente de su rito; sólo arraigado en el corazón del chaman que la “corre” o guía igual que el corazón que debe tener: simple, austero, desarraigado de lo material y sabio amalgamador de la energía y la fuerza de los espíritus…

Es un proceso holístico de purificación, sanación y conexión espiritual, un ritual profundo y que marca siempre un antes y un después en la vida de quienes tienen la oportunidad de vivirlo. A través de rezos, plegarias y el poder transformador del vapor y la sudoración, experimentamos una profunda liberación y renacimiento, llevando con nosotros a posterior todo un cambio que ni siquiera imaginamos hacia sus vidas cotidianas.

Además, el Inipi o Temazcal depura las vías respiratorias y el aparato digestivo, reconforta y fortifica el sistema nervioso. A través del calor y las propiedades curativas de las diversas plantas sagradas fortalece huesos y articulaciones.

Depura la sangre, abre los poros, rejuvenece la piel.

Y, sobre todo: sana el alma.

 

Palabras finales.

El Inipi o Temazcal es una ceremonia ancestral transmitida de forma oral, de generación en generación, desde tiempos en que los continentes eran uno solo. Así sobrevive de boca en boca la oración hecha canción.

🎶 Agua de vida, purifícame, fuego de amor, quema mi temor, viento del alba, llévame al altar, Madre Tierra, vuelvo a tu lugar en el temazcal, en el temazcal. 🎶

🎶 Gracias Madre he sanado mi alma, he depurado mi cuerpo voy por la vida hecho un ser mejor; déjame volver, déjame regresar al temazcal, temazcal, 🎶

Otra vez, otra vez 🎶 Ajó, Ajó, Ajó

"En el corazón del temazcal, encontramos la sanación: cuerpo, alma y espíritu renacen en la cálida luz de la Madre Tierra."

Feliz Vida 💛😊

Sabiduría de la Vida💛😊

 

Las fotos están en su rinconcito 📷

5 comentarios en «LA SANADORA CEREMONIA DEL INIPI O TEMAZCAL»

    1. Todos los que hemos realizado han sido sin costo alguno en el sur de la provincia de Córdoba y unos pocos en San Luis -Argentina- Seguramente el próximo será para el solticio de invierno aprovechando para continuar con la vigilia del nuevo sol. Te mantengo informada llegado el momento por correo. Abrazo de viento a tu ser de luz.

  1. Gracias, gracias, gracias.

    Tu impresionante descripción de los elementos externos de tan transformadora ceremonia, me ha transportado por un momento a la ceremonia a la que fui invitada a participar cuando y donde menos lo esperaba.

    Ahora mismo, mi mente está en plena ebullición, uniendo piezas que en su momento escaparon de su comprensión, mientras el corazón cuida de ella para continuar juntos el sendero que el alma sí conoce a la perfección. Así lo siento, así lo vivo.

    Aho
    Namaste
    Amén

    1. En la sinfonía etérea de la existencia, donde las estrellas bailan y los ríos susurran secretos ancestrales, la casualidad es sólo una ilusión que los hombres tejen con hilos de percepción. Nada en este vasto universo es fortuito; cada encuentro, cada suspiro, está entrelazado por preacuerdos entre almas sabias que buscan aprender y crecer. Somos notas en la partitura cósmica, danzando al compás de destinos entrelazados, donde el azar se convierte en un eco de conexiones predestinadas. En esta danza divina, descubrimos que lo improbable es simplemente una melodía desconocida, resonando en el corazón de una creación llena de propósito y sabiduría ancestral.
      Abrazo de viento a tu hermoso ser de luz, alma bella 🤗

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