Somos polvo de estrellas
Desde el principio de los tiempos, la ciencia y la espiritualidad han coincidido en algo esencial: somos polvo de estrellas. Nuestros cuerpos están formados por los mismos elementos que alguna vez ardieron en los confines del universo. Pero más allá de la materia, vestimos un alma que trasciende el tiempo y el espacio. Somos espíritus de paso, trabajando heridas, aprendiendo lecciones y creando la esencia de seres mejores, para algún día regresar a la fuente de donde todo comenzó. En este viaje, nos enfrentamos a una realidad contrastante: un mundo tan hermoso como injusto, tan lleno de maravillas como de sombras.
Luz y oscuridad en el mundo
Vivimos en un planeta que nos regala paisajes de ensueño, océanos inmensos, bosques llenos de vida y cielos que parecen pintados por dioses. Pero en medio de esta belleza, también coexisten el sufrimiento y la desigualdad. Las estrellas brillan con intensidad, pero no todas alumbran el mismo camino. Hay almas que irradian luz, amor y compasión, mientras que otras parecen haberse sumergido en la oscuridad de la indiferencia y la crueldad.
Un puñado de seres densos gobierna este mundo desde las sombras y oscuros pasadizos. Inventan conflictos, hacen de la guerra un culto y del dolor ajeno una moneda de cambio. Resulta desgarrador aceptar que seres formados con el mismo polvo de estrellas puedan actuar con tanta insensibilidad y perversidad. ¿Cómo es posible que en un mundo con tantos recursos, haya quienes se van a dormir sin haber probado un bocado? ¿Cómo es posible que sobre dinero para fabricar armas y no para erradicar el hambre?
La paradoja de la humanidad
Parece que olvidamos lo esencial. Todos estamos de paso, todos somos pasajeros en tránsito. Sin embargo, el ser humano ha construido sociedades que priorizan el poder sobre la compasión, el dinero sobre la vida y la guerra sobre la paz. Mientras unos buscan formas de sanar, otros encuentran nuevas maneras de destruir. No hay amor para compartir la riqueza, pero sí para financiar guerras que siembran muerte y desesperanza.
Un niño sin hogar, un anciano abandonado, una madre que no tiene qué dar de comer a su hijo… Y al mismo tiempo, el despilfarro de recursos, la corrupción y la indiferencia. No hay excusas. No es por falta de medios, es por falta de voluntad.
Tan solo un minuto militar, calma el hambre de una aldea por casi un año. Y… bomba tras bomba caen al mar. Jugando a lastimar mejor, ser mas precisos y eficientes en saber quitar la vida.
Las estrellas que aún brillan
A pesar de la oscuridad que a veces parece envolverlo todo, hay almas que brillan con fuerza. Son aquellas que, con pequeñas acciones, iluminan el camino de los demás. La solidaridad, la empatía y la compasión son faros en la noche más oscura. No hace falta cambiar el mundo entero de un día para otro, pero sí podemos cambiar el mundo de alguien con un gesto amable, con una palabra de aliento, con una mano tendida.
La verdadera revolución no está en la violencia, sino en la conciencia. Está en cada acto de amor que desafié la indiferencia, en cada decisión que incline la balanza hacia la justicia, en cada persona que elige ser luz en un mundo que muchas veces prefiere la sombra.
Preguntas para Reflexionar
¿Qué significa para ti ser una estrella en la oscuridad?
¿Crees que las pequeñas acciones pueden generar un cambio real en el mundo?
¿Qué podemos hacer en nuestro día a día para despertar la empatía y la solidaridad en quienes nos rodean?
¿Cómo podemos recordar que todos estamos de paso y que lo único que realmente queda es lo que damos?
Un llamado a la acción
No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos elegir cómo actuar en el presente. El mundo necesita más almas luminosas, más personas dispuestas a ayudar, más corazones capaces de sentir el dolor ajeno como propio. Seamos esas estrellas en la oscuridad. Porque, al final del camino, lo único que realmente importará no será cuánto acumulamos, sino cuánto compartimos, cuánto amamos y cuántas vidas tocamos con nuestra luz.
Sabiduría de la Vida 😊
Las fotos están en su rinconcito 📷
4 respuestas a «ESTRELLAS EN LA OSCURIDAD»
Buenos días Guillermo.
Qué hermosa reflexión y qué oportuna en estos tiempos locos que vivimos. Tiempos locos, gobernados por locos que solo buscan satisfacer su ego, aumentar su fama y con ella su Fortuna aún a costa de dejar abandonados a su suerte a quien no ha tenido ni tiene recursos para hacerse un sitio agradable en este mundo. No hablo sólo de recursos físicos, tangibles como el dinero o propiedades. También hablo de recursos psicológicos o espirituales.estot de acuerdo contigo, como no, en que una persona sola no puede ser autora de un cambio hacia la luz. Por muy estrella que sea. Pero un pequeño gesto de cada uno, a su nivel, en su entorno, estando para el amigo, para el hermano, para el vecino… Eso sí está al alcance de todos nosotros. Y hay gestos maravillosos a nuestro alrededor que nos regocijan y hacen que nuestro corazón se ensanche de alegría y amor por la humanidad.
Hablas, amigo mío, de la luz y esto me ha hecho reflexionar. Somos luz y sombra. Todos. Todos tenemos una parte oscura que a veces asoma y nubla nuestro semblante y oscurece nuestro entorno. Esa parte íntima de cada uno es la que debemos controlar. Dejar que aparezca lo menos posible. Que no venza a nuestra luz. Es un ejercicio que cada uno de nosotros deberíamos hacer. A diario diria yo. Me propongo empezar por mi.
Esto me ha recordado algo que escribí hace mucho tiempo y que tengo fijado en mi perfil de X. Aún sigue vigente.
«En mi vida hay luces y sombras. Que las luces no me cieguen y las sombras no me hagan desaparecer. En esas estoy».
En esas estamos, Guillermo.
Abrazo infinito amigo.
Keti, mi querida amiga; qué maravilla leerte. En estas palabras hay una verdad profunda: todos tenemos luces y sombras y la clave está en el equilibrio, en no dejarnos consumir por la oscuridad ni cegarnos con la luz. Que cada día sea un ejercicio de consciencia, de pequeños gestos que sumen, que iluminen, que recuerden que no estamos solos en este camino.
Gracias por compartir tu sentir, por regalarnos esa frase tan poderosa. ‘En esas estamos’, en la búsqueda de brillar sin perder de vista el horizonte.
Un abrazo infinito para ti también 🤗
Somos polvo de estrellas, me encanta esa frase, me hace sentir parte de la esencia misma del universo. ¿Acaso no es la mejor prueba que somos chispas divinas hijas de Dios?
Te cuento que Carl Sagan fue quien la supo decir ni se cuando, pero estoy segura fue suya y creo fue uno de los astrónomos más polémicos e importantes de su época, hubo una serie que solía ver porque me encantaba. Y Hasta creo que no era bien visto o querido por los otros científicos.
Tengo grabada la imagen de sus series y la música terrible, mejor imposible de Vangelis de fondo y compañía.
Feliz vida Sabio, que hermosa publicación esta que somos luz y sombras, hijos de las estrellas.
💋🤗
Rebeca querida, qué maravilla leerte.
Esa frase —somos polvo de estrellas— tiene una de esas verdades que se sienten antes de comprenderse. Carl Sagan la convirtió en un puente entre la ciencia y la poesía, entre el asombro cósmico y la chispa divina que, como bien decís, somos todos.
Sí, fue polémico, claro que sí. A veces el que abre caminos no es comprendido del todo por los que se quedan mirando desde la orilla. Pero dejó huella, y no solo en la ciencia, también en el alma de quienes lo escucharon con el corazón abierto.
La música de Vangelis, su voz pausada, el fondo estrellado… Cosmos fue más que una serie, fue una invitación a recordar de dónde venimos. Y eso es también esta publicación: un susurro que nos recuerda que somos luz y sombra, pero hijos —y quizás fragmentos— de las estrellas.
Feliz vida para vos también, estrella brillante.
Recibe un gran abrazo de viento a la distancia 🤗